¿Cómo es maternar y emprender? - Guía de Maternidad

¿Cómo es maternar y emprender?

La semana pasada fue la semana emprendedora global, un evento que se realiza todos los años en Uruguay y en el mundo para inspirar y reconocer a todos los emprendedores. El domingo 19 de noviembre fue el Día de la Mujer Emprendedora, establecido por el Consejo de las Naciones Unidas, desde el año 2014, con la finalidad de reconocer el talento de las mujeres que inician un negocio y contribuir al empoderamiento femenino.

El emprendimiento femenino se ha visto como una necesidad de romper con los prejuicios sociales sobre las verdaderas capacidades que tienen las mujeres para los negocios y los nuevos emprendimientos.

Todo esto me moviliza internamente, por eso quiero reflexionar en esta nota sobre la maternidad y el emprendimiento, porque decidí emprender desde que tuve a mi primera hija. La maternidad fue mi despertar hacia el mundo emprendedor, como no me canso de repetir, la maternidad atrae cambios identitarios que trascienden en la persona y la transforman y les pasa a muchas madres y también a los padres.

Emprender y maternar, un desafío

Conciliar el trabajo y la maternidad siempre se me presentó como un desafío, poder estar con mis hijos y cuidarlos de cerca, la crianza consciente y salir muchas horas a trabajar parecen ser cosas muy difíciles de congeniar, por eso decidí emprender, para estar ahí en el día a día con mis hijos y también dedicarme a un emprendimiento que siento como gran parte de mi propósito en la vida, acompañar a otras mujeres y a otras familias en su maternidad.
Pero esto de emprender, trabajar desde casa o desde un cowork o una cafetería, o con el sueño de una oficina propia, mientras veo a mis hijos crecer, no es tan fácil e idílico como parece. Las madres emprendedoras tenemos que enfrentarnos a muchos prejuicios y desafíos para llevar adelante nuestros emprendimientos.

El principal prejuicio que se nos presenta y que cala hondo, porque lo traemos como un sentimiento intrínseco típico de pertenecer a un sistema capitalista, es el sentimiento de improductividad, de “no estar haciendo nada” cuando estamos criando, esa sensación de que estamos siendo improductivas cuando nos quedamos en casa criando y maternando a nuestros hijos. No nos damos cuenta que tenemos entre manos a la sociedad del futuro y que es muy importante la labor de criar de cerca. Pero, ya sabemos que en el mundo capitalista las tareas de cuidado están invisibilizadas y desvalorizadas, por eso sentimos que no estamos siendo productivas.

Esto se une al desafío de ir un poco más lento o a otro ritmo, distinto que el de otras empresas y emprendimientos, porque también debemos conciliar el cuidado de nuestros hijos con el tiempo que dedicamos a emprender.
La superwoman, el hombre orquesta o el flojito

Para las madres que emprenden otro de los estereotipos a romper es el de la superwoman, aquella mujer que tiene que ser excelente en todo, en su vida profesional, en su trabajo y con sus hijos; tiene que poder con las exigencias de todos los ámbitos de su vida profesional, laboral y personal. Como esto es humanamente imposible, está en juego el cuidado de la salud mental y de autoexigencia.

En cambio, para los padres que deciden emprender y criar, pueden caer en el sentimiento del hombre orquesta, que quiere hacer de todo y no puede con todo, así como nos pasa a las mujeres. O lo que es también posible es que sufra el perjuicio de que al quedarse criando y emprendiendo le digan que ese no es su lugar de “hombre proveedor” y que por ocuparse de su rol de padre en la crianza y de las tareas del hogar, sienta que es un “hombre flojito”.
Todos estos prejuicios, aunque son solo eso, no aportan en nada al camino emprendedor y sí restan mucho a todo el apoyo que necesitamos madres y padres cuando nos decidimos a emprender.

La red de apoyo de los emprendedores

El camino emprendedor necesita de mucho tiempo y dedicación. Desarrollar una idea de negocio, realizar estudios de mercado, llevarla a cabo, mantener a flote el emprendimiento, ver qué tareas podemos delegar y en cuáles necesitamos apoyo profesional o capacitarnos, crecer como emprendedores y hacer crecer nuestro emprendimiento, son solo algunos aspectos del camino emprendedor.
Para compatibilizar el camino del emprendimiento con la crianza es fundamental la red de apoyo. En mi caso, más allá de mi red familiar y mi compañero de crianza, desde que empecé el camino emprendedor entendí que el trabajo en red era primordial. En Puérpera mía, mi primer emprendimiento, empecé nucleando a otras emprendedoras en unos kit de regalo para madres embarazadas y en postparto.

Desde entonces entendí la importancia de generar una red de emprendedoras y acercar sus productos a mujeres madres. Hoy a través de Nacemos, la guía de maternidad y crianza, junto a otros emprendedores y profesionales creamos una red en la que nos apoyamos, nos entendemos, nos cuidamos e impulsamos nuestros emprendimientos. Y es un desafío diario emprender juntos y desde la guía conectar a los emprendedores y profesionales con las familias, pero así, en equipo, es mucho más fortalecedor y enriquecedor, para mí significa un aprendizaje y esfuerzo diario por la convicción de que acompañar a las familias en la crianza es nuestro camino.