“El Porteo no es para nosotros” - Guía de Maternidad
Una guía de maternidad y crianza

“El Porteo no es para nosotros”

A través de este artículo te quiero contar el por qué de esta frase que yo también me dije alguna vez, en los inicios de mi maternidad, y que me han expresado algunas de las familias que he acompañado.

Muchas de nosotras quizá escuchamos hablar o vimos a otras familias llevar  a sus bebés pegaditos a su cuerpo, en una especie de “sillita”, y esto nos generó el deseo de realizarlo también con nuestro bebé.  

Sin disponer de demasiada información, seguramente pensamos que comprar un portabebé “estándar”, en una tienda reconocida de artículos para la primera infancia, sería  la mejor opción. Confiamos en el producto por ser de una marca de renombre y porque lo íbamos a poder utilizar, según lo que nos indicaba el fabricante, desde el nacimiento hasta que nuestro bebé fuera un niño grande.

Sin embargo, llegado el momento de comenzar a portear, nos dimos cuenta de que la realidad poco tenía que ver con nuestras expectativas iniciales. Que el portabebé no nos resultaba tan cómodo como lo imaginábamos, que a nuestro bebé parecía no gustarle ser porteado y,  como si fuera poco, que el portabebé no era tan fácil de colocar como nos había parecido a priori.

Esta historia se sigue repitiendo en un gran número de familias que llegan al mundo del porteo con deseos de utilizar esta herramienta, pero que terminan desistiendo rápidamente por creer,  como lo dice la frase que titula este artículo,  que “el porteo no es para nosotros”.

Y el motivo por el cual elegí dar inicio a esta sección haciendo referencia a este tema es porque yo también pasé por esta experiencia como mamá , al punto de dejar  de portear a mi primer hija, creyendo que el porteo no era adecuado para nosotras. 

Por suerte con mi segunda hija llegué a la información correcta, pude portearla sin ningún inconveniente, disfrutando al máximo de esta experiencia, y además me formé como Asesora de Porteo Ergonómico para poder llevar la herramienta a nuevas familias.

 Entendí que no se trataba de que el Porteo “no era para nosotras” sino de que en realidad la forma en la que lo habíamos realizado en un principio, careciendo de información y de acompañamiento profesional especializado en el tema, así como también el portabebé al cual habíamos accedido, eran los verdaderos causantes de nuestro fracaso en el Porteo.

No se trataba de adquirir el portabebé más caro del mercado o el de marca más reconocida, sino de disponer de la  información necesaria para poder realizar una práctica de Porteo que fuera realmente Ergonómica, es decir, poder disfrutar del Porteo Ergonómico en su máxima expresión.

 

¿Y a qué nos referimos cuando hablamos de Porteo Ergonómico?

El término “Ergonómico” proviene de “Ergonomía” que es la “disciplina que se encarga del diseño de lugares de trabajo, herramientas y tareas para que coincidan con las características fisiológicas, anatómicas, psicológicas y las capacidades de los usuarios.

Esta ciencia trata de adaptar los productos a la capacidad y necesidades de las personas.

Aplicando esto al Porteo hablamos de Porteo Ergonómico haciendo referencia a una forma de portear que se adapta de manera respetuosa al cuerpo del adulto y del bebé/niño, a sus necesidades, etapas del desarrollo, limitaciones, etc. y que por lo tanto va mucho más allá de un portabebé en sí mismo. 

 

¿Cómo debe ser entonces un portabebé para permitirnos realizar un Porteo Ergonómico?

Deberá ser un portabebé que se adapte adecuadamente a ambos cuerpos, brindando un buen sostén,  comodidad y seguridad al portear al bebé.

 Un portabebé que evite por ejemplo  comprimir ciertas zonas del cuerpo (abdomen, cervicales, etc.), que nos permita mantener la espalda recta, sin tensiones y sin generar dolor, que reparta el peso del bebé de manera uniforme, etc.

En caso de que sea la mamá la que vaya a portear, será ergonómico para ella un portabebé que respete el estado de su cuerpo luego del parto o cesárea y que se adapte mejor a su recuperación, cuidando el suelo pélvico en pleno puerperio.

En caso de que sea el papá u otra persona la que vaya a portear, quizá pueda ser ergonómico para él otro portabebé diferente al usado por la mamá ( por ser de diferente talla o complexión).

Lo mismo pasa con el bebé y sus etapas de desarrollo, no siendo muchas veces ergonómico el mismo portabebé para un recién nacido que para un niño de 1 año y medio, o tampoco podrá ser adecuado el mismo portabebé para portear al frente que a la espalda, etc.

La ergonomía en el porteo tiene que ver con encontrar ese portabebé que mejor se adapte  a las necesidades particulares de cada díada y con saber utilizarlo de manera adecuada.  

Por lo tanto será  clave contar con el asesoramiento de una profesional especializada en Porteo Ergonómico, que evalúe nuestro caso particular y que nos sugiera el portabebé y la forma de portear más indicada para que podamos  disfrutar de la maravillosa experiencia del Porteo Ergonómico.

Para ir cerrando este primer artículo me gustaría sugerirles a todas las embarazadas o mamás recientes que se animen a probar la magia de llevar a sus bebés bien pegaditos a su cuerpo. 

Van a comprobar que es una experiencia muy rica desde el punto de vista del desarrollo saludable de  sus bebé, del vínculo increíble que se genera, sobre todo porque ellos aún siguen necesitando estar sobre el cuerpo de mamá que seguirá siendo, por un buen tiempo,  su  hogar.

 

@enbrazosesmejor.uy | Inés Alfonsín (Asesora de Porteo Ergonómico ) |ines3785@gmail.com