Reseña de: En Agosto nos vemos, novela Póstuma de Gabriel García Márquez.
No todo es lectura de libros para niños y niñas. Las madres también leemos, cuando podemos. Esa es la verdad, las madres cuando podemos tenemos nuestros propios espacios, o nos los hacemos, como hace la protagonista de este libro sobre el que te voy a contar.
Pero antes de meternos de lleno en el libro te cuento cómo llegué a él, pues haciéndome mi propio tiempo, el 9 de marzo de 2024 fue el infobloglatino (y yo recién te lo cuento #vidademabre), un evento cultural dedicado exclusivamente a la comunidad de reseñadores de libros de Latinoamérica, los influencers literarios. A pesar de todos los prejuicios que me hacían pensar que ya estaba vieja para ir a ese evento, que no tengo tiempo para leer tantos libros; me hice el tiempo y fui, disfruté un montón del evento y me traje este hermoso libro de regalo, gracias a Penguinlibrosuy.
El autor
En el momento en que recibí la novela, supe que la empezaría a leer ese mismo día, así fue, mientras viajaba en el ómnibus de vuelta a casa empecé a leerla. Me gusta mucho leer a Gabriel García Márquez, pero recordaba leerlo en mi época de estudiante, desde el liceo cuando leí Crónica de una muerte anunciada y después durante la Licenciatura en Letras en la facultad donde leí profundamente otras de sus obras.
Volver a leer a este autor, era para mí una añoranza de esos años, antes de ser madre, sin dudas en ese momento mi mirada era diferente, al igual que este encuentro, que esta lectura ahora. Esta lectura significa para mí un reencuentro con ese autor que tanto me gusta, desde otro lugar en mi vida. Pienso que es de esas lecturas a las que se puede volver en diferentes etapas de la vida y siguen resignificándote, son lecturas que valen la pena, son de esos libros que te atraviesan cada vez que los lees. En este caso es un libro nuevo, pero de un autor ya conocido y uno de mis favoritos.
Una edición polémica
Cuando supe que el autor no quería que esta novela se editara, sentí cierto recelo a leerla, pero también curiosidad. Me pregunté sobre esa sensación que yo esperaba, ¿me encontraría con esa lectura de mi época de estudiante? También conociendo la cocina del proceso editorial, me pregunté si habría sido muy recortada y rescrita o ¿cómo fue el proceso de trabajo?, otro aspecto que me atrajo mucho a comenzar la lectura. El original es de 2004, el autor había realizado una lectura en público de uno de los relatos que presentó como fragmento de una futura novela compuesta por cinco historias. Trabajó durante muchos años en esa novela, pero al final de su vida su memoria no le permitía entramar todos los borradores, no pudo hacer los ajustes finales entonces dijo: «este libro no sirve, hay que destruirlo».
Aun así, los hijos del autor decidieron editarla junto a Cristóbal Pera, el editor que ya había trabajado con García Márquez en otros libros y estaba trabajando este. Además también participó de la corrección la secretaria del autor que había trabajado con él durante muchos años. Al final de la novela podemos leer la nota del editor que cuenta sobre cómo fue su labor y además podemos ver imágenes de las correcciones del autor y de las distintas versiones que hizo de la novela.
La novela
En este punto te voy a contar de la protagonista, Ana Magdalena, una mujer madre, adormecida por la vida doméstica, que se hace un tiempo para ella una noche al año, en agosto, para reencontrarse con su madre y, diría yo, también para encontrarse con ella misma, para conocerse y vivir otra vida llena de aventura, de pasión, no sin sentir culpa, esa culpa que tanto nos asecha. Una vida en la que se atreve y en la que se complace; por la que seguramente sería muy juzgada, como cualquier madre o como cualquier mujer que se atreve, en su caso a su edad a vivir de una forma diferente el amor, el pasaje del tiempo, el sexo, su cuerpo y su deseo.
Una historia que me cautivó. Muchos dicen una novela feminista y analítica con mucho pensamiento interno, en el que la protagonista revisa su propia historia, la de sus hijos, su matrimonio; la llegada de la edad adulta y todos los cuestionamientos de su vida, sobre la maternidad, las formas del amor, la relación con su madre, el legado materno.
Yo diría una escritura femenina, porque el fluir de la lectura es distinto a otros libros del autor y las emociones se leen, se saborean en cada palabra. Y por momentos sin duda sé que estoy leyendo a García Márquez y eso me encanta. Con un final intrigante, lleno de realismo mágico, un sello del autor.
Una edición polémica sin duda, que también me hace pensar mucho y disfrutar de saber cómo fue editada. Con muchos argumentos a favor y en contra, para mí significó un hermoso reencuentro con el autor, desde otra perspectiva sí, su escritura y yo como lectora. Pienso que es una novela que tiene el sabor justo para cerrar su obra, aunque me quedé con ganas de más, de saber cómo sería ese libro que él anunció cuando leyó el primer boceto en público.
Uno de los eventos literarios más transcendentes del año, para la literatura y para mí.
Si querés la leemos juntas y nos juntamos por primera vez para arrancar con ese Club de lectura de madres.
¿Qué te parece? Escribime.
En agosto nos vemos.