La escritura es una herramienta poderosa para descargar la mente, no es para que te llenes de post it con pendientes, porque así se vuelve una exigencia más y no surte efecto. Pero en este artículo te voy a contar sobre distintas formas en las que podés recurrir a la escritura para que se vuelva una herramienta a tu favor.
Las listas
A mí me encanta hacer listas, me ordenan y una vez que pongo algo en la lista ya no está en mi mente. A mi esposo no le gustan tanto mis listas, porque en cierta forma también lo involucran, 🤭😉, pero ha aprendido a quererlas y se le han vuelto útiles, ¡vamos que esto de la corresponsabilidad también se practica!
Esto de las listas lo aprendí desde mi época de estudiante, cuando compartía residencia o apartamento con varios compañeros. Hacíamos una lista en una pizarra, en un lugar visible de la casa, y ahí anotábamos casi que todo, en algunos casos hasta la distribución del horario de uso del baño o del lavarropas. Ahora las usamos para esas cuestiones que nos ocupan la carga mental, como: la lista de pendientes de compras del supermercado o de farmacia, así como de cosas de higiene; los pendientes de la escuela de los peques, cuando falta algún material o la maestra pide una tarea; también ponemos tareas como cuando tenemos que llevar los niños al pediatra, dentista, vacunas y demás.
Además hacemos listas eventuales, por ejemplo para organizar los cumpleaños de los peques, y hacemos hasta lista de posibles regalos o ideas de experiencias, así el otro sabe qué nos gustaría o qué necesitamos, en estas listas también participa mi hija mayor, porque a veces quiere algún libro o juguete o ropa y vamos anotando para fechas especiales. Anotamos todo, siempre pienso que cuanto más específica es la lista menos hay en la mente dando vueltas.
Este tipo de listas las prefiero hacer a mano, porque así también es un ejercicio para el cuerpo y al sentirlo físicamente es más efectiva la sensación de descarga, hago el ejercicio de escribir a mano y de anotar todo lo que sea que me salta en la mente cual alerta de pendiente, porque así me lo paso por el cuerpo y siento que sale de mi cabeza.
La escritura como canal
Siento a la escritura como una forma de canalizar. Esas listas a mano también las tengo en mi ámbito de trabajo, en la agenda, me gusta que tenga espacio para anotar los pendientes semana a semana y también las emergencias de cada día o fechas de entrega. Y siento que la escritura a mano, en estos casos, me recorre, desde la cabeza, pasa por la cara, cuando escribimos hacemos expresiones, pensamos, elegimos las palabras, intentamos integrar todo y después siento que baja a mi garganta, porque cuando anotamos también hablamos, hacemos asociaciones a través del habla y finalmente me toma el brazo y la mano, porque trato de hacer una caligrafía entendible y trato de ir rápido para poder poner todo, porque a veces el cerebro va más rápido que la mente y por momentos vuelvo a la mente, pero por otro lado, por la memoria, porque me pregunto sobre la ortografía, quiero saber si estoy escribiendo bien así y busco en mi mente normas simples por ejemplo, ¿va con g o con j?… Y así la escritura me recorre y canalizo.
A veces hago este proceso de forma consciente, por ejemplo cuando estoy ansiosa y siento que tengo muchos pendientes o me siento abrumada, entonces busco un momento y hago las listas, o les agrego cosas que surgieron, las ordeno por prioridad o en el caso de que sea en la agenda, reviso lo que es de orden semanal o mensual y lo del día, por ejemplo cuando se agrega un nuevo trabajo.
Comencé con este proceso de la escritura de la lista como algo consciente cuando empecé a interiorizarlas como herramienta para este tipo de situaciones; que en mi caso, digamos, fue después de la maternidad que se me sumaron un montón de pendientes a la carga mental. 🥴 Ahora que llevo bastante tiempo haciéndolo, ya es un proceso que fluye más y está integrado en mi rutina, no siento la mano tan tensa —porque mi caligrafía es terrible— y logre que la mente no vaya tan rápido.
Listas por la positiva
Cómo hacer que las listas no sean algo pesado de hacer o que solo te sumen pendientes. Para algunas personas, o en ciertos momentos las listas las sentimos como un episodio de hiperrespiración, en el que tomamos aire, una bocanada tras otra, pero nos sigue faltando, nunca logramos llenar los pulmones. Eso quiere decir que necesitamos darles una vuelta de tuerca para que hacer la lista sea un momento de regocijo o de bienestar.
Entonces lo que hago es hacer una lista de todo lo que sí pude hacer y subirme el ánimo, incluso podemos empezar a anotar desde abajo en la hoja hacia arriba, anoto todo lo que pude hacer en el día y me lo digo, lo voy contando o repasando y también anoto todo, desde que pude cortarme las uñas, hasta que avancé hasta la mitad de ese trabajo que tengo que entregar el fin de semana o que ya tengo la idea de las sorpresitas del cumple del peque.
Estas listas son más íntimas, es decir, anoto pequeños logros o aquello que me hace bien, como por ejemplo que pude conversar con una amiga con la que hace tiempo no lo hacía o que me compré ese libro que quería y leí tres páginas, saqué hora con el médico y me estoy ocupando de ese dolor de espalda que no se va, tuve una linda charla con mi hija camino a la escuela. Concreté una venta, o recibí un comentario positivo de un cliente. Cosas así, que me ayudan a ver el vaso medio lleno y no el medio vacío.
Estas listas las hago en una hoja aparte distinta de la agenda o fuera de la pizarra, pero sin descartar las otras listas, considero que son para momentos diferentes o complementarias, porque muchas veces después de hacer la lista de cosas que sí pude hacer, voy y con una fibra de otro color tacho de esas listas de pendientes lo que ya está resuelto y eso es muy satisfactorio, además en la lista de la pizarra tachamos entre los dos cuando resolvemos algo, así también es más llevadero.
A veces primero tacho lo resuelto y después en la lista de logros anoto esas cosas más personales, como que por fin me hice tiempo para ir a la peluquería o conversé con mi hermana sobre ese tema que me preocupaba. Y esas listas las dejo entre la agenda o las hago en alguna hoja libre para que en la vorágine de la semana, cuando me sienta abrumada pueda ver cuánto soy capaz de hacer o cuántas cosas sí hago durante el día, para esos días en que sentimos que ocuparnos de la crianza o de la casa o de cosas más emocionales no es ser productivas. 💪🏻
Listas creativas
Cualquiera diría que mi relación con las listas es sospechosa, 😅 pero te estoy contando mi propio sistema de escritura y parte de esa relación que tengo con la escritura y que la he ido construyendo y experimentando desde pequeña.
Hoy en día se sabe que el proceso de lectoescritura es algo que se da en tiempos distintos en cada niño y que leer y escribir son habilidades del desarrollo mismo del lenguaje, que no se aprenden aisladamente, sino en un proceso integrado; la lectura y la escritura responden a un proceso similar de construcción del lenguaje escrito. Además la lectoescritura tiene una conexión directa con el habla, pero también está muy relacionada con el desarrollo motriz, algo de esto ya te conté en un artículo anterior que escribí sobre Lectura libre.
Entonces yo creo —estoy convencida de— que la escritura pasa por el cuerpo, es un proceso intelectual, sí sin duda, pero se integra a través de lo corporal y está todo conectado, el habla, la lectura y la escritura y todas pasan por varios procesos físicos y mentales para integrarse como aprendizajes y herramientas.
Por eso creo que este tipo de escrituras hay que hacerlas a mano, pero así también conozco familias que tienen un calendario de google sincronizado y ahí ponen todos los pendientes y fechas importantes y les funciona muy bien, yo incluso con mi socia tengo una lista de pendientes y cronogramas de trabajo en formato online. Así como creo que toda lectura es válida y también leo en digital, también cualquier herramienta que nos facilite la escritura es válida, cuidando nuestra relación con la pantallas, que sabemos que son nocivas para nuestra salud y adictivas.
Volviendo a la escritura creativa, también siento que los bloqueos creativos se curan a través del cuerpo o la escritura creativa en sí se pasa por el cuerpo, hace un par de años cursé unos talleres de Escritura Creativa a través de los Sentidos, en los que se integraban ejercicios corporales que activaran sensaciones por medio de los sentidos y después volcábamos eso en la escritura creativa. Por eso cuando acompaño autores en sus procesos de escritura y están pasando por una etapa o especie de bloqueo les recomiendo ejercicios para que activen la escritura a través del cuerpo, como dibujar letras en la playa o si no podés ir a la playa hacerlo en una fuente con polenta o jugar con la arena mágica de tu hijo. 🤭
Para la escritura creativa yo uso las listas como la punta de la madeja, hago listas de ideas de contenidos, se las recomiendo por ejemplo a los emprendedores que acompaño en los procesos de escritura de redes sociales o artículos de blog. Partimos de la lista, que incluso puede ser solo de palabras disparadoras y después pasamos al armado del árbol de contenidos.
Cuando acompaño autores en el proceso de escritura de libros pasamos de la lista de temas al armado del índice y orden de los capítulos o apartados y así hasta el libro entero. Es conocido el caso de autores famosos que se despiertan y anotan todo lo que recuerdan de sus sueños para después sacar ideas para sus libros.
Por eso cuando tienen un bloqueo también les aconsejo que escriban todo lo que se les ocurra en lo que tengan a mano y todos sabemos que muchas veces lo que tenemos a mano es el celular, ¡vamos que pasamos todo el día con el telefonito! y ahí escribimos un montón. Es solo cuestión de hacerlo consciente y aprender a aprovechar las herramientas que nos brinda la tecnología para ayudarnos con la escritura y la inspiración, como el Chat Gpt, hacer un grupo de WhatsApp con uno mismo y aplicaciones de pasaje de voz a texto.
La escritura un sin fin de posibilidades
Las listas, siento que son la primera capa de este sistema de escritura que he aprendido a construir con el correr de los años. Recuerdo que cuando estaba en la escuela, la maestra de quinto grado me enseñó a pasar del subrayado de los textos al esquema y del esquema al resumen y viceversa y así empecé a analizar los textos y a desmenuzarlos, ahí comenzó mi amor por la edición. Pero esta relación con la lectura y la escritura viene de mucho antes, cuando empecé a leer, siempre me pedían que leyera o recitara en los actos escolares y hasta en reuniones extraescolares. Mi mamá es Maestra especializada en nivel inicial y me leía desde chica y siempre hubo libros en casa; ahí comenzó mi amor por la lectura y los libros. De adolescente fui a varios talleres literarios y de lectura y frecuentaba las bibliotecas del liceo y la biblioteca pública de mi ciudad natal. Me mudé en mi juventud para estudiar Licenciatura en Letras y mi primer trabajo formal fue en una librería. Pero no te quiero aburrir con mi recorrido.
La escritura tiene un sinfín de posibilidades, yo te puedo contar las que me sirven y me han servido en este camino de volverla una herramienta a mi favor, y ni te digo la lectura, como ya te comenté siento que van juntas. Si te interesa, quédate atenta a los próximos artículos que voy a seguir contándote cómo aprovechar diferentes métodos de escritura para apoyarte en diferentes aspectos de tu día a día, desde descargar tu mente, hasta sanar o desbloquear ciertas sensaciones o sentimientos enquistados, subirte el ánimo, planificar un mes de contenidos, escribir tu propia historia o artículo y hasta tu propio libro.
La escritura una vez que se desbloquea fluye y se practica, te voy a contar cómo y también a escribir para conectar con otros, lectores, clientes, una audiencia. Por mi profesión técnica también te voy a ayudar a revisar tu propia escritura y darle forma. Si te interesa trabajarlo más de cerca, escribime en mis redes sociales y te cuento sobre los acompañamientos personalizados.
@mama_lee_libros.uy|María Valeria Schiappapietra| +598 091744886